Alberto M. economista y analista bursátil especializado en el seguimiento de compañías constructoras y de infraestructuras, me dice que «tras recopilar decenas de informes sobre el sector, SACYR vuelve a estar de moda, hasta convertirse en la constructora favorita para este año. 
Argumentos: está haciendo muy bien los deberes de desapalancamiento; gana contratos a buen ritmo fuera de España; magnifica evolución de su participación en Repsol y magnificas previsiones para las infraestructuras, que el año pasado tocaron mínimo, pero que resucitan con las medidas fiscales de Trump y el crecimiento económico global, que permite a los Estados hacer frente a nuevas inversiones. Hay fondos extranjeros que han tomado posiciones desde finales del año pasado, lo mismo que grandes gestores españolas. En SACYR existe, además, un componente especulativo, morboso, que, sí o sí, influirán en el comportamiento de la acción. La mayor parte de los accionistas esperan que la CNMV tome cartas en el asunto. Se trata de la especulación atroz del consejero Moreno Carretero, con acciones de la propia compañía, algo inaudito en otros mercados, salvo que informe al Regulador al instante de cada movimiento. Y aún así, el Regulador debe tomar carta en el asunto. Siempre lo ha hecho…»
Sobre los malabarismos financieros (inconcebible que un consejero especule con acciones de su propia empresa sin que la CNMV le saque tarjeta roja) ha escrito Javier Mesones en El Economista que José del Pilar Moreno Carretero, a través de Beta Asociados, ha limitado su participación en Sacyr al 16,005% después de no ejecutar los últimos derivados contratados con Citibank que vencían en diciembre por el 0,812% del capital del grupo que preside Manuel Manrique. La posición del empresario malagueño, propietario de la constructora murciana Altec, sigue así experimentando cambios en plena lucha por ganar más peso en el consejo de administración de Sacyr. Este último movimiento refuerza los argumentos de otros accionistas de relieve de la compañía que no reconocen toda su participación al instrumentar gran parte de sus acciones a través de contratos financieros -derivados-.
Moreno Carretero afrontaba en diciembre el vencimiento de derivados por el 2% del capital de Sacyr. Entre el 11 y el 18 de diciembre ejerció opciones sobre 6,48 millones de acciones, equivalentes al 1,2%. Pagó 14,3 millones de euros, a razón de 2,21 euros por título que fijaba el contrato con Citibank, lo que significaba un nivel superior al de la cotización de aquellos días. Con ello, elevó su participación directa al 14,072%, que alcanzaba el 16,816% incluyendo los títulos que declara de forma indirecta.
No hizo lo mismo con el 0,8% restante (4,02 millones de acciones), que venció entre el 19 y el 22 de diciembre y por el que habría desembolsado 9,5 millones de euros. En esos días, los títulos de Sacyr se situaron por encima de los 2,21 euros mencionados, por lo que Citibank podría haber decidido no ejercitar la opción de venta, según explican fuentes del mercado. Las acciones de Sacyr, de hecho, alcanzaron ayer los 2,5 euros, después de registrar un alza del 5,95% en la primera sesión del año.
A vueltas con las sillas
Sea como fuere, Moreno Carretero ha rebajado su participación al 16,005% mencionado, según consta en la última comunicación de Beta Asociados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Del total, el 14,072% lo contabiliza de forma directa, mientras que el 1,933% corresponde a un derivado, también con Citibank, cuyo vencimiento está fijado en septiembre de 2018. No obstante, de su posición directa, tiene el 9,663% a través de un collar (derivados) contratado en mayo, también con Citibank, que es quien tiene los derechos de uso de las acciones.
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Moreno Carretero superaba a finales de año así a Demetrio Carceller, actual primer socio de referencia de la compañía, donde cuenta con un 14,7% en asociación con el grupo canario Satocán.
El nuevo aumento de participación del empresario tiene lugar tras los que ya acometió a comienzos de año. Asimismo, se registra después de que el pasado mes de junio el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, anunciara la intención de abrir un proceso de reflexión en el consejo de administración de la empresa para adecuar su estructura a los cambios registrados en su accionariado.
Moreno Carretero cuenta con un puesto, que él mismo ocupa, en el máximo órgano de gestión de Sacyr desde que en 2011 entró en la empresa al tomar un 6% en una ampliación de capital.
De su lado, Carceller cuenta con tres representantes en el consejo de la constructora, mientras que el expresidente y cofundador José Manuel Loureda, tercer accionista con un 7,8% del capital, tiene dos consejeros, los mismos que el presidente. Manuel Manrique tiene un 1,55% de la empresa, si bien en su caso uno de los sillones lo ocupa en calidad de primer ejecutivo.
El resto de los accionistas de Sacyr son la compañía de alimentación Fuertes, con una participación del 6,2%, y el grupo hotelero canario Lopesán, que tomó un 2,4% del capital antes del verano.
Además, se da la circunstancia de que a comienzos de este mes Citi tomó un 14,6% del capital de Sacyr, si bien un 11% se adquirió a través de instrumentos financieros.
Mar Revuelta
La Carta de la Bolsa
