1. Horizonte temporal
En qué mercados y sectores fijarse o qué modelo de gestión aplicar siguen al horizonte temporal de la cartera, como pasos para elegir un producto de renta variable atractivo. «Para menos de cinco años, no merece la pena incluir renta variable en la cartera», sugiere tajante Fernando Luque, editor sénior de Morningstar, que solo la aconseja para un horizonte temporal superior.
Los indicadores de final de ciclo son cada vez más evidentes. Y parece haber consenso en el mercado en que la debilidad del entorno macro a nivel global se notará antes o después en el segmento de renta variable, con shocks que podrían venir de cualquier parte del mundo.
2. Mercado
En este contexto, se antoja complicado encontrar una mercado que pueda comportarse mejor o peor que otro. Pese a que simple vista pueda parecer que existan ciertas geografías con mayores oportunidades, para el periodo actual, los analistas consideran más conveniente analizar cada compañía, en lugar de invertir por zona.
No parece existir ventaja diferencial respecto a elegir un fondo que apueste exclusivamente por España.
3. La cartera del fondo
En el mercado español, los analistas muestran preferencia por fondos que apuesten por compañías de gran capitalización bursátil y productos que compren empresas sin deuda, márgenes elevados, altas barreras de entrada y que sean poco cíclicas.
Siguiendo esta línea, los fondos de renta variable española que acumulan mayores retornos son los que mayor exposición tienen a grandes compañías del Ibex, asignando una parte de las mayores posiciones en su cartera a futuros sobre el selectivo.
Por el contrario, los vehículos que se han decidido por una exposición mayor a empresas medianas están siendo los menos afortunados.
Los analistas apuestan por fondos que elijan compañías con gran capitalización bursátil, pero que no sean bancos. La composición del Ibex, donde los bancos ponderan más de un 30%, perjudica a la categoría española, respecto a otras bolsas europeas. «En general, lo que menos nos gusta es la exposición a los bancos, que pese a que son baratos en términos de valoración, cuentan con dificultades propias de un entorno de bajos tipos de interés que erosionarán aún más el negocio», explica Diego González, asesor de Cobalto Inversiones.
4. Tipo de fondo
Este año, los fondos de gestión pasiva han conseguido batir por un punto a la media de vehículos con un mayor coste por gestión.
Y así surge el eterno dilema de decantarse por un fondo de gestión activa o por uno de gestión pasiva, que replique directamente al índice. Los productos que mejor están actuando este año son los indexados apalancados, pero sin olvidar que llevan asociado un nivel de riesgo superior. Mientras la Bolsa registre retornos alrededor de los dos dígitos, los fondos indexados o de gestión pasiva crecerán al mismo ritmo.
Pero ni todos los inversores acuden al mercado buscando batir al índice ni todos las gestoras ponen como objetivo a sus fondos que superen la rentabilidad de un selectivo. «La dispersión de retornos se va a hacer mayor y seguimos viendo más valor en la gestión activa», sugiere José María Loinaz, socio de Sássola Partners. «La selección correcta puede abrir grandes brechas de rentabilidad, siempre que sea capaz de batir a sus índices, algo que sólo ocurre como mucho con el 15% de los fondos de inversión».
Fuente: Expansion
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