Realmente hay que tener nervios de acero para ser un inversor en Tesla. Gracias a Elon Musk, su imprevisible y desenfadado director ejecutivo, la empresa siempre está en manos de la especulación y la incertidumbre.
El último episodio que ha afectado a las acciones del fabricante de coches eléctricos ha sido la encuesta que Musk realizó en Twitter el pasado fin de semana, en la que preguntaba a sus seguidores si debía vender el 10% de su participación en la empresa.
Tras obtener una respuesta positiva de alrededor del 60% de sus seguidores, Musk vendió alrededor de 5.000 millones de dólares de su participación en Tesla en la mañana del jueves, según los informes regulatorios. Mientras eso ocurría, los inversores de Tesla tuvieron que enfrentarse a una fuerte presión de venta de estas acciones, que han perdido cerca del 13% de su valor esta semana.
Sin entrar en los verdaderos motivos de la venta de acciones por parte de Musk, la actual venta, en nuestra opinión, ofrece una oportunidad para que los inversores se planteen si es buen momento para retirar algo de dinero de la mesa tras un repunte notable.
Incluso tras contabilizar las pérdidas de esta semana, Tesla ha subido más de un 50% este año. Las acciones cerraron ayer en 1.063,51 dólares. Estas acciones tienen un historial de experimentar fuertes correcciones de vez en cuando antes de reanudar su trayectoria al alza.
Sólo un bache
Los partidarios más acérrimos de Tesla creen que la venta actual es sólo un bache. Según Cathie Wood, que dirige su ETF de alto rendimiento ARK Innovation (NYSE:ARKK), Tesla va camino de alcanzar los 3.000 dólares en cinco años.
En una entrevista con Bloomberg en el Foro de Inversiones 2021 de Dynasty Financial Partners, Wood dijo:
«Por supuesto, los artífices del impulso pusieron pies en polvorosa tan pronto como las acciones reaccionaron a esa noticia y siguieron su estela a la baja. En cuanto a nosotros, hemos estado recogiendo beneficios en la subida y hemos recibido muchas críticas por ello, y para nosotros esto no es más que un bache».
El analista de Jefferies, Philippe Houchois, elevó su precio objetivo para Tesla de 950 a 1.400 dólares, máximos de Wall Street, diciendo en una nota a los clientes el lunes que la reciente fortaleza del fabricante de automóviles indica que seguirá siendo un actor importante, incluso cuando los fabricantes de automóviles tradicionales aumenten su producción de coches eléctricos.
Su nota decía: «Con una aceleración del crecimiento autofinanciado en el tercer trimestre y rendimientos inauditos en un punto del precio de marca que se dirige hacia los segmentos de volumen, Tesla parece estar por encima de la mayoría de las empresas del sector automotriz y en posición de convertir el juego de suma cero tradicional en uno negativo».
Ante todo este optimismo, también hay preocupación en torno a las valoraciones extremas en todo el sector de los vehículos eléctricos. Rivian Automotive recaudó el miércoles 11.900 millones de dólares en la mayor oferta pública de venta del año. Las acciones abrieron un 37% por encima de su precio de salida a bolsa, a pesar de que la empresa, respaldada por el fundador de Amazon, Jeff Bezos, perdió casi 1.000 millones de dólares en el primer semestre.
Tesla cotiza a unas 14,8 veces las ventas de 2022, muy por encima de las 2,85 veces del S&P 500, según datos de Bloomberg.
En los últimos meses, algunos valores de vehículos eléctricos han sufrido una presión de venta extrema. Nikola y Lordstown, por ejemplo, se han apartado un 80% de sus máximos de 2020.
Una encuesta de Investing.com entre 37 analistas muestra que 17 asignan una calificación de compra a Tesla, mientras que 10 le asignan una calificación de venta y otros 10 son neutrales, con un potencial de caída del 25% en las acciones durante los próximos 12 meses.
Conclusión
Tesla, a pesar de su enorme liderazgo en el mercado de vehículos eléctricos, sigue siendo una opción altamente especulativa que no puede permitirse el lujo de cometer un error, debido a sus elevadas valoraciones. Tras un impresionante repunte de 2021, tiene sentido retirar algo de dinero de la mesa antes de que las acciones atraviesen otra racha bajista.
Haris Anwar/Investing.com
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