El dólar mantiene una clara tendencia alcista de corto y mediano plazo en todos los frentes. Una vez más, el temor a que se produzca una recesión prolongada en Estados Unidos (algunos medios dan por hecho que se producirá y además consignan que los consumidores así lo sienten), generó una búsqueda generalizada del billete, generando nuevos mínimos de las monedas europeas, y un fuerte retroceso de las materias primas.
El euro detuvo su caída el miércoles recién en 1.0160, un mínimo de diciembre de 2002, tras lo cual se mantuvo muy débil, pero sin quebrarlo. Antes, había cedido más de 100 puntos, pese a que técnicamente luce sobrevendido en las temporalidades más grandes.
El Banco Central Europeo prepara su primer alza de tipos de interés para este mes, que será muy moderado (0.25%) aunque más que ello, lo que se espera es un programa llamado de “antifragmentación”, que permitirá a la entidad que lidera Christine Lagarde dejar su inacción actual de lado, para elevar la tasa de interés a un ritmo mayor. El programa consiste esencialmente en la compra de bonos por parte del banco central a los países con mayores dificultades de deuda, algo que los estatutos actuales no permiten, pero que en los hechos ya tiene lugar.
La libra esterlina, en tanto, sigue tocando día a día mínimos de más de dos años, los cuales serían de mucho más tiempo (puntualmente de 2016) si no hubiera mediado la pandemia. La divisa británica sufre los mismos males del euro (un ataque del dólar, política monetaria algo más moderada del Banco de Inglaterra que la de la Fed), pero agrega a ellos la inestabilidad política que se produjo repentinamente en Reino Unido. Nada menos que 44 funcionarios abandonaron el gobierno de Boris Johnson, en una medida políticamente correcta, ante la presunción de que el primer ministro contrató a un funcionario con antecedentes de escándalos privados, de los cuales supuestamente tiene conocimiento.
Johnson ya se había visto envuelto en diversos hechos, como reuniones festivas en medio de la estricta restricción que él mismo había impuesto a la población por la pandemia. En su hora, el mandatario sobrevivió a un voto de confianza del Parlamento, aunque esta vez su cargo parece peligrar mucho más.
En la tarde de Nueva York, las Minutas de la última reunión de política monetaria de la Fed confirmaron lo que los mercados ya descuentan: habrá aumentos de tipos de interés en julio, se supone que en un 0.75%, y queda abierta la puerta para un aumento en septiembre, probablemente del 0.5%. El banco central prioriza el combate contra la inflación, y se mostró preocupado por un afianzamiento de la misma por encima de los límites tolerables, al crecimiento económico, evaluando que la situación actual es lo suficientemente sólida como para soportar varios aumentos de tasa. Esto ya lo había expresado el presidente Jerome Powell en varias oportunidades en las últimas semanas.
De esta forma, el dólar tiene el terreno libre para seguir creciendo, aunque insistimos, estas medidas parecen estar descontadas en buena parte por los mercados. Esto no significa que la moneda líder haya llegado a un techo, pero sí que se acerca a un nivel que se le hará difícil quebrar, sobre todo ante el euro y la libra esterlina.
Para este jueves, las peticiones semanales de subsidio por desempleo a las 8:30 del este tendrán protagonismo, como también la apertura de Wall Street, a las 9:30. La sesión del miércoles no dejó mucho para el análisis en Nueva York, con los papeles principales en dirección mixta. Habrá que ver, en las primeras horas de este jueves, como digieren los mercados las Minutas publicadas en la tarde del miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College
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