Contradiciendo (como siempre) a los pronósticos, pero en línea con lo que habíamos previsto días atrás, los datos de empleo de Estados Unidos arrojaron cifras mejores a lo esperado. La tasa de desempleo cayó al 3.5%, la menor en 60 años, y se crearon poco más de 15 mil empleos más de lo previsto.
La publicación le dio velocidad al rally del dólar, que ya se perfilaba para ganar terreno antes de la sesión americana. Así, el euro y la libra esterlina volvieron a caer el viernes, cerrando casi en sus mínimos semanales, en tanto el yen se acerca a sus mínimos de 24 años en 145.90. Esta última moneda está sujeta a alguna intervención por parte del Banco de Japón, aunque ello podría ponerle paños fríos transitorios al par USD/JPY, que ahora se prepara para superar 146.00 en el corto plazo.
A su vez, la onza de oro volvió a ceder posiciones, cerrando el viernes debajo de los 1700 dólares, mientras la plata y el platino cayeron con fuerza hasta el final de la sesión. De los activos principales, el petróleo es la excepción dentro de esta embestida del dólar: cerró la semana por encima de los 92 dólares en los futuros del WTI, favorecido por el recorte de producción de 2 millones de barriles diarios, acordado por la OPEP.
Por su parte, la bolsa de Nueva York mantiene un panorama bajista y pesimista para los próximos tiempos. Si bien la Reserva Federal sigue elevando la tasa de interés en cuanta oportunidad tiene (todo indica que en noviembre volverá a aumentar la misma en un 0.75%, para dejarla sobre el 4% a fin de año), la inflación no cede, y apenas cae del 9% en términos interanuales, en la medición general que incluye alimentos y energía.
Un dato de empleos como el conocido abre la puerta al banco central a seguir aumentando la tasa hasta 2023, a la espera de que la inflación caiga en forma sustancial a mediados del año próximo. La política agresiva de la Fed choca de frente con la actividad económica, que se verá deprimida, y contra la generación de empleos. La propia Fed espera una tasa de desempleo del 4.5% para mediados de 2023.
Los índices Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100 ya operan en mínimos de 2 años, y todo indica que así seguirán un buen tiempo. De hecho, con la Fed marcando el paso con la tasa de interés, vendiendo bonos cuyos rendimientos siguen subiendo a máximos de 15 años, y con una recesión inducida por el propio banco central que a su vez busca revertir el grueso error de inundar la plaza de dólares, no hay motivos de fondo para que la actual situación cambie, más allá de alguna corrección puntual.
Este lunes asoma como un día más sereno en materia de movimientos. Los festivos en Japón, Estados Unidos y Canadá harán que la actividad se vea reducida. Sin embargo, la caída de las monedas europeas podría reanudarse de inmediato, dado que tampoco tienen motivos para revertir las mismas.
La situación en Europa, con la crisis energética (algo atenuada ahora por la sustancial baja del gas y las soluciones que encuentran sus principales potencias para reemplazar el suministro que no recibirán de Rusia) y el agravamiento de la guerra en Ucrania, que incluye una gigantesca explosión en un puente clave que une a Rusia con la anexada península de Crimea, lo cual exaspera al gobierno de Moscú, le quitan chances al euro para volver a pasar por 1 a 1. Algo similar sucede en Reino Unido, que a su vez comienza a sentir su soledad después del Brexit. La libra, sin caer mucho más, podría mantenerse débil durante varios meses.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Trader College
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