Vidrala, otro valor que trata de asirse como clavo ardiendo a su último mínimo anual, pero en su la cosa se complica más porque los mínimos anuales de este año son la vuelta bajista a niveles de marzo 2020, y perderlos, es decir perforar los 60 euros, supondría un fuerte deterioro, una pérdida de confianza en la acción, notas negativas y precios objetivos de analistas bajistas.
Ahora mismo vemos una divergencia alcista. Vamos a ver si tiene suerte la empresa y le sirve para romper la bajista principal y la EMA 200. Todo lo que no sea eso será peligro y máximo estrés para sus inversores.
Autor: Bolsacanaria
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