Se inicia el segundo trimestre del año, después de un marzo turbulento por la crisis de los bancos. Las autoridades de los bancos centrales han enviado señales importantes a los mercados, buscando cortar de raíz la crisis que llevó consigo a varias entidades de primera línea, tanto en Estados Unidos como en Europa. El sistema parece lo suficientemente fuerte como para que otros bancos firmen acuerdos de compra de las firmas fallidas, y la preocupación ha ido cediendo durante la última semana.
El mes que se inicia trae consigo un calendario de noticias y eventos muy nutrido. Naturalmente, el dato de empleos de marzo será el punto más importante de la semana, después de varios meses en los que las cifras superaron ampliamente lo esperado en materia de generación de trabajo. La tasa de desempleo se mantiene muy baja, y las ganancias promedio por hora siguen altas, manteniendo la incertidumbre respecto a una inflación que cede muy de a poco, pero que parece haber llegado a su máximo a fines de 2022.
La Fed se encargó de calmar los ánimos en su última reunión de política monetaria, con un aumento simbólico del 0.25% en la tasa de interés. Claro, no es tan simbólico si se tiene en cuenta que se trató del octavo aumento consecutivo, pero sí buscó compensar su preocupación por la inflación con un mensaje de tranquilidad por la crisis bancaria que aún no termina, y que ayudó en buena parte a generar justamente con sus aumentos de tipos.
Las monedas principales se mueven al alza frente al dólar. El euro parece preparado para superar 1.1030, su máximo del año, y buscar -por fin- la cobertura de un gap que dejó a fines de febrero de 2022 en 1.1270, en el inicio de la guerra en Ucrania. La libra esterlina apunta alto, y el equivalente del euro en tal nivel es 1.2800 / 1.2900 para la moneda británica. El Banco de Inglaterra, como también el Banco Central Europeo, parecen tener un margen mayor de maniobra para ajustar su política monetaria respecto a la Fed, que ya dio señales de no poder seguir el mismo camino.
El yen se mueve a la baja, ante los rendimientos del bonos del Tesoro que en su versión de corto plazo se ubican nuevamente por encima del 4% (bajando fuerte de todos modos). La moneda nipona podría visitar nuevamente 130.00 durante los próximos días, si el dólar sigue dando señales de agotamiento.
La onza de oro opera en forma similar al yen. El metal precioso parece preparado para superar los 2.009 dólares que tocó en su máximo anual, aunque igual sigue lejos de los 2.075 dólares que, como máximo histórico, tocó el 7 de agosto de 2020, en plena pandemia.
La bolsa de Nueva York obtuvo ganancias moderadas en las últimas sesiones, y podría extender las mismas durante las sesiones siguientes, al menos hasta el viernes. En buena medida, ello dependerá de lo que suceda este lunes con el ISM de manufacturas, que se conocerá a las 10:00 del este, y que es el primer informe importante del mes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
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