Tal como se esperaba, la Reserva Federal dejó sin cambios la tasa de interés en el 4.50%, pausando una serie de recortes que se extendió durante tres reuniones, entre septiembre y diciembre de 2024. La medida, descontada por el mercado, no tuvo un efecto decisivo en el dólar, que se mostró errático y con un ligero perfil alcista en todos los frentes.
La conferencia de prensa posterior al anuncio, a cargo del presidente J. Powell, tampoco dejó mucho para el análisis. El funcionario advirtió que no hay apuro alguno para ajustar la tasa de interés a la baja, considerando que el mercado laboral se mantiene sólido, la tasa de desempleo sigue baja, y la actividad se sigue expandiendo de manera moderada.
Powell acotó que la inflación sigue alta y lejos de los objetivos del banco central (3.2% frente al 2% deseado), por lo que tasa seguirá en el nivel actual durante un tiempo más. Los mercados, a través de diversos pronósticos, apuestan por un recorte del 0.5%, pero que no tendría lugar hasta junio. Incluso no se trataría de un recorte único, sino repartido en varios encuentros.
Por otra parte, Powell afirmó que no habló con el presidente Trump (no llama la atención, dada la mala relación entre ambos en el período anterior del mandatario), y que no hablará de la política del nuevo gobierno.
No le hace falta hacerlo. El dejar sin cambios la tasa, sin fecha siquiera cercana de recortes, habla por sí solo. La Fed espera la implementación de aranceles a las importaciones, mayor inflación y una política monetaria más dura. Unos se pregunta, a esta altura, si Trump no esperaba este anuncio de la Fed para implementar los aranceles. Lo sabremos pronto.
Como es natural, el anuncio generó un alza del Dólar, que se diluyó con el paso de las horas. El Euro llegó a 1.0381, donde se topó con un 38.2% de retroceso del alza 1.0173/1.0533, tras lo cual recuperó posiciones.
La moneda única será protagonista este jueves, cuando el Banco Central Europeo anuncie su política monetaria. El BCE podría recortar la tasa nuevamente, y la misma, según los pronósticos, quedará en 2.90% desde el 3.15% actual, y sería el sexto recorte en un año.
Si el discurso posterior al comunicado, a cargo de la titular de la entidad, Christine Lagarde, es contundente, el Euro puede sufrir una fuerte baja. Para ello, técnicamente, será necesario que caga de 1.0380, los mínimos de la víspera. El alza de última hora del miércoles puede anunciar una caída como la mencionada. Los soportes que siguen son 1.0355 y 1.0330.
La Libra esterlina apenas sintió el impacto de la Fed, y recupera posiciones en forma moderada. Solo la superación de 1.2500 podría extender sus ganancias, aunque dependerá también de la marcha del euro. Por encima de tal nivel, 1.2530 y 1.2550 serán las resistencias, con soportes en 1.2400 y 1.2370.
El Yen, por su parte, se aprecia ante el dólar, volviendo sobre la zona de 155.00. La baja posterior a la Fed fue efímera, y comienza a sentirse el aumento de tipos de interés del Banco de Japón, que tuvo lugar la semana pasada. El alza moderada de los rendimientos de los bonos del Tesoro es decisivo para que la moneda se mantenga medianamente firme. De todas formas, el Yen podría volver a caer próximamente, con un primer objetivo en 155.70, seguido de 156.30.
En cuanto a la onza de oro, rebotó en una línea de tendencia alcista que pasaba por 2745 dólares, tras lo cual comenzó a escalar posiciones. Si bien se encuentra algo lejos de sus máximos históricos, no puede descartarse que vaya a buscarlos en las próximas sesiones. Sin embargo, vemos altamente probable un alza importante del dólar en todos los frentes -típicos del día después de la Fed- que podría cambiar su rumbo. Para ello, el metal deberá caer de 2748 dólares.
Al anuncio del BCE se suma, este jueves, el PIB avanzado del cuarto trimestre (impacto moderado), y la apertura de Wall Street, a las 9:30 del este. Los operadores habrán digerido, para entonces, los anuncios de la Fed.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
