Si en semanas previas, política monetaria y geopolítica, por este orden, movían a los mercados, la segunda cuestión ha ganado ahora protagonismo, momentum, y dirige ahora más el corto plazo financieramente hablando.

  • (Más) tensión en Ucrania que lleva ya tiempo viendo el aumento de las tropas rusas junto a la frontera, agravado en la semana con fuego cruzado entre los separatistas apoyados por Rusia y Ucrania. Biden vino así a decir que todo apunta a una invasión. A la espera de que Rusia retire a sus tropas de la frontera, la próxima fecha clave es el 20 de febrero, final de los JJ OO de invierno en China y de las maniobras Rusia-Bielorrusia. Junto al tensionamiento, esperanzas desde el próximo encuentro entre el Ministro de Asuntos exteriores ruso y el Secretario de Estado americano en la próxima semana. Intentos negociadores previos no han surtido efecto, con la demanda de Rusia de que Ucrania no entre en la OTAN y los límites al despliegue de tropas y armamento de la organización en el este.
  • Escenarios que van desde incursiones limitadas a una invasión a gran escala, improbable como escenario central, entre otras razones (coste,…) porque con ella, lejos de lograr Putin un debilitamiento de la OTAN, bien podría conseguir lo contario. En función de las acciones militares, se aplicarían diferentes sanciones por parte de la OTAN y aliados.
  • Materias primas energéticas directamente afectadas. Mantenemos el precio objetivo del crudo en el rango 70-80 dólares/barril, con unos niveles actuales sólo explicables desde los temores geopolíticos, con argumentos de corto (sobreoferta esperada en 2t, exportaciones de Irán,…) y medio plazo (transición energética,…) que soportan lecturas más bajas. En caso de desescalada, esperaríamos más que un brusco recorte del precio del crudo, una estabilización del mismo. Necesidad también subrayada de una mayor autonomía energética desde la UE.
  • Otros mercados… En renta variable, atentos a la volatilidad, que aunque históricamente los mercados en ocasiones previas no han sufrido daños significativos en el largo plazo, sí han vivido episodios de volatilidad. En renta fija, una escalada podría provocar la búsqueda de “efecto refugio”, pero no parecen esperables cambios directos en las políticas monetarias, con unos bancos centrales conscientes de que no pueden tomar decisiones “sólo por” o que influyan en el mercado energético. El impacto local en activos rusos, ucranianos es evidente y negativo, con más apoyo desde la UE a Ucrania (1.200 mill. de euros)