La Reserva Federal elevó la tasa de interés a un rango que va del 0.75 al 1% en la reunión celebrada el miércoles, cumpliendo los pronósticos del mercado. Se trata del primer incremento de medio punto porcentual desde la reunión de mayo de 2000, lo cual pone de manifiesto la preocupación del banco central por la creciente y persistente inflación, que en marzo llegó al 8.5% interanual.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dejó en claro además que la entidad elevará en sus próximas dos reuniones la tasa en idéntica forma, con lo cual los tipos de interés quedarán en el 2% a mediados de año, un nivel que no tienen desde septiembre de 2019.
Por otra parte, en junio se iniciará el recorte del balance de la Fed, que totaliza casi 10 billones de dólares, y que proviene de muy larga data, puntualmente desde marzo de 2009, cuando se pusieron en marcha los planes de estímulo posteriores a la crisis de septiembre de 2008, y que se incrementaron dramáticamente durante la pandemia.
Los mercados se aliviaron cuando Powell aclaró que por ahora un incremento del 0.75% en la tasa no está en consideración del Comité de Política Monetaria (FOMC). Muchos analistas especulaban con esta posibilidad, que finalmente fue desestimada, y ello explica la baja suave que el dólar experimentó el miércoles por la tarde, durante la conferencia de prensa brindada por Powell.
Luego de llegar a nuevos máximos diarios ante el euro, la libra esterlina y el yen, el dólar retrocedió en todos los frentes, dejando que recuperen terreno estas y otras monedas líderes. A la vez, la onza de oro regresa de sus mínimos de varios meses, y busca ahora recuperar la cota de 1920 dólares, que la pondría nuevamente en carrera hacia los 2000 dólares.
Quedan varias consideraciones respecto a lo que decidió la Fed, y a lo que expresó Powell. En primer lugar, si bien colocó en primer lugar la lucha contra la inflación, el banco central es consciente de que la guerra, y también el rebrote de la pandemia en China, están presionando sobre los precios de algunos insumos, y atentan contra la cadena global de suministros.
De hecho, el gas natural fue, junto con el petróleo, de las materias primas que más crecieron, aunque se trata en general de un fenómeno vinculado a la guerra en Ucrania. El gas llegó a máximos de mayo de 2008, impidiendo, por ejemplo, que el yen siga los pasos alcistas del euro y la libra esterlina.
¿Podrá caer mucho más el dólar? No parece. El comunicado fue contundente, como también lo fue Powell, y las alzas de tipos de interés no harán más que ampliar la brecha entre la Fed y otros bancos centrales. Por caso, el Banco Central Europeo recién ahora se plantea aumentar la tasa para el tercer trimestre, cuando la Eurozona sufre una inflación similar a la de Estados Unidos. F
En Reino Unido, en tanto, este jueves se conocerá a las 7:45 del este el comunicado de política monetaria del Banco de Inglaterra, en el cual se espera el anuncio de un cuarto aumento consecutivo de tasa de interés. Las dudas que presenta el Banco de Inglaterra en este sentido, con la votación de sus miembros dividida, limitan las chances alcistas de la libra esterlina, en momentos en que el Brexit, la guerra y la inflación amenazan a la economía británica con caer en recesión.
De este modo, el dólar se posiciona con todo a su favor para las próximas sesiones, con un probable rebote alcista de la libra en el corto plazo, pero con un vasto terreno para ganarle al euro. La baja de las últimas horas del billete no debe impresionar demasiado. La Fed está disipando dudas, y aunque no sea tan agresiva como algunos esperaban, lo es mucho más que el resto de los bancos centrales, que aprovechan la situación de ver como el primer banco central del mundo les devalúa sus monedas sin esfuerzo alguno.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College
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