Vivimos en tiempos inciertos en los que las palabras “apagón tecnológico” suenan en cada vez más bocas. Que este tipo de apagones o caídas ocurran es poco probable, ya que hay mucho en juego y los sistemas y procesos informáticos, a día de hoy, son lo suficientemente sólidos para aguantar crisis eventuales. Pero que sea poco probable no quiere decir que sea imposible. Aunque los apagones y las caídas de larga duración sean —al menos en el futuro próximo—escenarios reservados para unos pocos entusiastas de la ciencia ficción, o para unos cuantos alarmistas arrastrados por el fenómeno de las conspiraciones mundiales, no sería tan descabellado pensar que, en un contexto de incertidumbre energética como el actual, se pudieran producir ciertas situaciones que pudieran acabar con cortes eléctricos puntuales, caídas de sistemas esporádicas o apagones aislados.
Sin ser partidarios de que cunda la alarma exagerada o el pánico digital, sí que creemos que puede ser interesante estar preparados para eventuales contratiempos que puedan afectar a la faceta tecnológica de nuestras vidas como nos indica ExpressVPN. Decir que la tecnología ocupa un papel cada vez más fundamental en nuestro día a día no es nada nuevo. Cada vez son más las empresas y los particulares que dependen de la digitalización y la conectividad para llevar a cabo sus tareas diarias.
Uno de los ámbitos donde esa digitalización y esa conectividad son centrales, es el mundo de las inversiones. Tanto el sector bursátil como la práctica totalidad de las operaciones financieras que se realizan en la actualidad se llevan a cabo a través de sistemas y procesos informáticos. En este sector, unos pocos minutos de desconexión puede tener grandes repercusiones a nivel de beneficio o pérdida. Es por ello que cualquier inversor debe estar especialmente prevenido y preparado en caso de eventuales crisis electrónicas o tecnológicas.
Uno de los pasos básicos en cualquier plan de contingencia frente a imprevistos de este tipo es contar con un kit de supervivencia que nos permita salir del paso y poder seguir realizando nuestras actividades de inversión sean cuales sean las circunstancias. Para ello, lo primero que habrá que hacer es elegir un estuche adecuado para los artículos que incluirá este kit. La practicidad y la durabilidad son las principales cualidades a buscar en este sentido, sin que esté de más tampoco optar por opciones resistentes al agua. El tamaño y el diseño son otros aspectos importantes a optimizar.
En cuanto al interior, el estuche debe contener, como cualquier kit de supervivencia tecnológica, cuatro facetas: la de los dispositivos de almacenamiento de datos, la relacionada con la carga de los dispositivos, la relacionada con la telefonía y sus accesorios y, por último, la de las herramientas básicas adicionales.
En el primer grupo debemos incluir dispositivos pendrive o usb que contengan documentos y archivos importantes, así como algún disco duro externo y un sistema operativo externo que nos permitan trasladar nuestra oficina, con todas sus necesidades, a cualquier lugar y a cualquier dispositivo. Tampoco está demás en este sentido incluir en el kit un surtido de tarjetas, lectores y adaptadores de tarjetas SD para ampliar nuestra capacidad.
La carga de los dispositivos es otro aspecto clave a tener en cuenta para estar siempre bien preparados. Contar con cargadores de sobra, una —o varias— fuentes de carga portátil (conocidas en inglés como portable power banks), así como los cables pertinentes y un surtido de adaptadores universales, puede ahorrarnos la frustración de quedarnos sin batería en nuestros dispositivos en el peor momento.
Los dispositivos móviles son clave en el mundo en el que vivimos, sobre todo en términos de conectividad. Es por ello que es recomendable, además de nuestro móvil normal, contar con un teléfono secundario para casos de emergencia (algunos llegan a incluir un teléfono satélite para cubrirse las espaldas incluso en las situaciones más insospechadas). Las tarjetas SIM adicionales, y las opciones de prepago (con sus accesorios correspondientes) son otros de los artículos obligatorios del kit. También lo es contar un hotspot wifi portátil, ya que el tema de la conexión es básico para poder hacer uso de nuestros dispositivos correctamente.
Por último, no está demás contar con una serie de herramientas básicas para poder arreglar averías básicas en nuestros dispositivos. Con un conjunto de destornilladores, una navaja multiusos, una buena linterna y, quizás, un reloj, deberíamos tener lo básico cubierto. Y es que, en lo que a inversión y tecnología se refiere, ¡mejor prevenir que curar!