Un nuevo conflicto bélico torna complejo el panorama de los mercados a nivel global. El ataque de Israel a Irán, que tuvo lugar el jueves por la noche, trajo como consecuencia una acción similar por parte del país persa, y diversos bombardeos desde ambos países durante el fin de semana. La situación amenaza con trasladarse a todo Medio Oriente, y el impacto sobre los mercados recién comienza a sentirse.
Los índices bursátiles de Nueva York han caído con fuerza el viernes ante estas novedades, en tanto el petróleo se disparó a máximos del 21 de enero en 77.30 dólares en los futuros del WTI. La baja posterior (cerró a 73.26 dólares el viernes) no alcanza para cambiar la tendencia alcista de la materia prima, que podría volver a crecer e incluso superar los 80 dólares si el conflicto se agrava.
En tanto, el Oro cerró a 3432 dólares, después de llegar a 3346 dólares, a escaso 54 dólares del máximo histórico del 22 de abril, cuando tocó 3500 dólares. El escenario está dado para que la onza supere por mucho dicho máximo en las próximas sesiones, con los inversores buscando a la misma como un activo seguro, en momentos de alta incertidumbre.
Por su parte, el Yen pudo capitalizar parcialmente esta búsqueda de refugio, finalizando la semana a 144.12, después de tocar 142.78 a primera hora del viernes.
Este estado de cosas, complejo pero previsible y ya conocido por los mercados, puede tener un impacto fuerte en el Dólar en los próximos tiempos. El billete se vio debilitado desde mediados de febrero, pero especialmente a partir de inicios de abril, ante la implementación de aranceles a las importaciones a Estados Unidos impuestos por el presidente Trump.
Sus constantes idas y vueltas, y el anuncio de una fecha límite -9 de julio- para negociar con todos los países involucrados, llevaron al dólar a caer a mínimos de varios años ante las monedas europeas, a una baja relevante del petróleo, y a una caída de los bonos del Tesoro, cuyos rendimientos volvieron a dispararse. A la vez, la Fed se vio obligada a mantener sin cambios los tipos de interés frente a la amenaza de un aumento de inflación por los propios aranceles. Finalmente, el efecto sobre el costo de vida fue mínimo, habida cuenta de que dichos aranceles fueron postergados o eliminados según el caso, volviendo al estado anterior a los anuncios.
Si el petróleo acelera su marcha alcista, también tendrá efecto sobre la inflación. La Fed poco puede hacer en este caso, más que no recortar la tasa, algo que el presidente Trump aborrece tanto como a su titular, Jerome Powell.
Esta nueva guerra, que la diplomacia intenta detener sin éxito antes de que se extienda a toda la región, podría fortalecer al Dólar ante el Euro, la Libra y el Franco suizo. La moneda única se vio beneficiada en los últimos meses, no solo por la debilidad del dólar, sino también por la pausa que tomaría el Banco Central Europeo en sus recortes a la tasa de interés. Sin embargo, su alza parece “artificial” y sin méritos propios suficientes, por lo que si el billete se fortalece, el Euro podría regresar al menos a la zona de 1.1100 en las próximas semanas. De cara a la sesión del lunes, las zonas de 1.1505 y 1.1465 serán los soportes a seguir, con resistencias en 1.1610 y 1.1630, los máximos del jueves.
La Libra esterlina se mantiene en máximos de más de tres años, con un cierre semanal en 1.3569, después de llegar a 1.3630. Al igual que el euro, la moneda británica luce sobrecomprada y agotada en el corto plazo, lo cual anuncia una corrección bajista de importancia. Las zonas de 1.3500 y 1.3440 aparecen como los soportes a seguir el lunes, con resistencias en 1.3610 y 1.3630.
Respecto al Yen, el quiebre de 143.80 podría darle fuerza nuevamente, para comenzar a buscar 142.80, el mínimo del par USD/JPY del viernes. La moneda nipona se mantiene relativamente débil en la escena actual, y parece prepararse para ganar posiciones durante este mes, con un objetivo en 140.00. Para el lunes, 143.80, 143.20 y 142.80 serán los soportes a considerar.
La onza de Oro se prepara para buscar sus máximos históricos, no sin antes observar una corrección bajista que la aleje de su estado de sobrecompra actual. La apertura del lunes luce volátil e imprevisible para el metal precioso, que podría retroceder a 3400 dólares antes de superar sus máximos del viernes en 3446 dólares, y buscar dichos máximos en 3500 dólares.
La agenda de noticias de esta semana tiene como punto de atención principal el anuncio de política monetaria de la Fed, previsto para el miércoles. Todo apunta a que la tasa se mantenga sin cambios, en el 4.5%, y mucho más con una nueva guerra en marcha, que podría disparar los costos de energía en un plazo muy corto.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrian Aquaro
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