Se esperaba que el fuerte aumento de las tensiones entre Israel e Irán creara una enorme agitación en los mercados financieros mundiales. Pero aparte del petróleo, tanto los mercados de valores como los de divisas han mostrado una volatilidad limitada.
Si Irán no llega a cerrar el estrecho de Ormuz, es probable que los inversores centren su atención en la reunión de la Fed de esta semana. La expectativa general es que los tipos de interés se mantengan inalterados, por lo que los mercados buscarán cualquier señal sobre lo que podría hacer la Fed en los próximos meses.
Mientras tanto, el par EUR/USD sigue subiendo. Si la Fed adopta un tono más moderado el miércoles, el euro podría superar los 1,16 dólares y mantenerse por encima de ese nivel.
¿Podrían obligar unos datos débiles a la Fed a actuar antes?
Según las expectativas actuales del mercado, es probable que la Reserva Federal lleve a cabo su próximo recorte de los tipos de interés en septiembre. Esto es más tarde de lo que se esperaba en el primer trimestre. El retraso se debe principalmente a la incertidumbre provocada por las crecientes tensiones comerciales, ya que Estados Unidos ha iniciado de hecho una gran guerra arancelaria.
Sin embargo, algunos indicadores económicos clave sugieren que la Fed podría recortar los tipos antes. Una de esas señales son los recientes datos del PIB, que mostraron un descenso trimestral por primera vez desde noviembre de 2022.
Si los próximos datos también muestran un descenso, a la Fed le resultará difícil ignorar la tendencia negativa.
En cuanto a la inflación, el rango actual de 2-2,5% no descarta la posibilidad de recortes de tipos, sobre todo porque la inflación se ha situado por debajo de las expectativas cuatro meses consecutivos.
Esto sugiere que, de no ser por la guerra arancelaria, los tipos de interés de Estados Unidos serían probablemente más bajos. En consecuencia, cualquier noticia sobre un posible acuerdo comercial —especialmente con China o la UE— podría presionar a la baja al dólar.
Al mismo tiempo, la Fed también sigue de cerca el mercado laboral. Mientras los datos de empleo sigan siendo sólidos y no muestren un descenso brusco, la Fed tiene pocos motivos para apresurarse a nuevos recortes de tipos.
Mientras tanto, en la zona euro, el ciclo de relajación monetaria sigue su curso. Sin embargo, los primeros indicios sugieren que este ciclo podría estar llegando a su fin. Esto se refleja en las recientes declaraciones de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y en la preocupación en torno a que la inflación pueda volver a subir si la Unión Europea y Estados Unidos no logran alcanzar un acuerdo comercial satisfactorio.
El par EUR/USD se enfrenta a una presión constante en el nivel de resistencia de 1,16
En los últimos días, los compradores han estado presionando contra el nivel de resistencia en torno a 1,16. Hasta el momento, los vendedores han logrado mantener la línea, pero si la presión alcista continúa, una ruptura por encima de este nivel parece probable dadas las condiciones macroeconómicas actuales.
Si la resistencia de 1,16 se rompe, podría abrir el camino hacia niveles mucho más elevados, con un objetivo técnico potencialmente por encima de 1,23. Sin embargo, alcanzar ese nivel dependería de factores clave que podrían debilitar al dólar, como los avances en los acuerdos comerciales o los indicios de una postura más relajada de la Fed.
Damian Nowiszewski/Investing.com
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