IAG (IAG1:MC) se encuentra en un momento clave que podría convertirse en el impulso necesario para reactivar sus acciones y consolidar su posición en el sector.
A pesar de la escalada de tensiones geopolíticas, el verano ha llegado y trae consigo una ola de dinamismo, la movilidad aérea vuelve a despegar con fuerza.
A nivel global, el sector de las aerolíneas atraviesa una etapa de notable crecimiento, impulsado por la recuperación del apetito por viajar y el sostenido aumento del tráfico aéreo.
Retos del sector aéreo
Entre los retos más relevantes para el sector aéreo de cara al futuro se encuentra la persistencia de conflictos como la guerra entre Rusia y Ucrania, cuya resolución facilitaría la reapertura del espacio aéreo y la reconexión de economías, mientras que su escalada podría tener efectos adversos. Del mismo modo, el aumento de tensiones geopolíticas y políticas proteccionistas como los aranceles de Trump podrían frenar tanto la demanda de carga aérea como de los vuelos de pasajeros.
Finalmente, la volatilidad en los precios del petróleo, impulsada por factores como las políticas de descarbonización, las sanciones o los bloqueos logísticos, puede afectar de manera significativa la rentabilidad y las proyecciones financieras de las aerolíneas. A pesar de la complejidad del entorno y los múltiples riesgos a los que se enfrenta el sector aéreo, IAG ya ha adoptado medidas concretas para anticiparse a la evolución del mercado.
Tanto el crecimiento económico como la mejora del consumo han servido como catalizadores para las estimaciones de crecimiento del 5,8% en los viajes aéreos para este año. La mejora en las perspectivas económicas de España y su crecimiento por encima de los medios de los países europeos sustentan el optimismo sobre unos buenos resultados futuros por parte de IAG.
Aviones y combustibles
Por ello, tras la publicación por la IATA de las expectativas del factor de ocupación situadas en torno al 84%, el grupo IAG anunció la adquisición de 53 nuevas aeronaves. De estos, 35 sustituirán aviones existentes y el resto se destinará a ampliar capacidad en rutas de largo radio. Esta inversión estratégica, valorada en 21.000 millones de dólares, fue posible gracias a un nuevo acuerdo comercial que eliminó los aranceles sobre los motores Rolls-Royce, mejorando la competitividad del grupo operativo.
Este pronóstico positivo en el mercado también viene respaldado por los buenos resultados obtenidos por otras compañías del sector como Ryanair.
En el plano financiero, IAG presentó unos sólidos resultados en el primer trimestre, con un incremento del 9,6% en ingresos (hasta 7.000 millones de euros) y un beneficio operativo de 198 millones, impulsado por las ventas de billetes transatlánticos y el buen comportamiento del negocio de carga, en línea con el repunte global de la demanda reportado por la IATA. La caída del precio del combustible (-21,2% interanual) y una gestión eficiente también contribuyeron a mantener márgenes saludables, respaldados por un apalancamiento operativo favorable.
El gasto en combustible supone uno de los principales costes operativos de las aerolíneas y su precio depende directamente de la evolución del precio del petróleo.
En este sentido, aunque a largo plazo se espera que el precio del petróleo siga una tendencia bajista, actualmente su precio es fuertemente dependiente de los factores geopolíticos y las tensiones arancelarias. Así pues, una escalada en las tensiones podría ejercer una fuerte presión alcista en el precio y condicionar los márgenes de las compañías aéreas.
La compañía presenta además un balance robusto, con un ratio deuda neta/EBITDA inferior a 1, lo que le permite afrontar con solidez los retos de modernización de flota en un contexto de disrupciones en la cadena de suministro del sector aeroespacial.
Por último, aunque el entorno comercial y energético se muestra más favorable, los próximos resultados del 1 de agosto serán clave, especialmente en relación con los términos de la posible adquisición de TAP Portugal, una operación que ha generado dudas entre algunos accionistas. Así pues, la combinación de fortaleza financiera, condiciones de mercado favorables y decisiones estratégicas posiciona a IAG con una proyección de crecimiento sólida a corto y medio plazo.
IAG por técnico
Las acciones de IAG se situán sobre un nivel de soporte clave definido por la directriz alcista vigente desde abril de 2025.
En lo que va de año, el valor acumula una revalorización del 18,9%, mientras que la rentabilidad interanual se eleva hasta el 122,5%. En el corto plazo, el avance de las últimas cuatro semanas alcanza un 20,2%, lo que refleja una sólida dinámica de impulso.
Desde una perspectiva técnica, IAG mantiene su cotización dentro de un canal ascendente, con precios que se encuentran claramente por encima de sus medios móviles exponenciales de 14 y 28 periodos.
La separación entre estos medios sugiere una aceleración positiva de la tendencia. Además, el ADX refuerza esta lectura con una señal de fortaleza compradora dominante.
De mantenerse este contexto técnico, el valor podría dirigirse hacia la resistencia proyectada en los 4,52 euros.
Tras confirmarse la resistencia en los 4,2 euros, si el volumen de negociación se intensifica y el impulso se sostiene, no se descarta una proyección más ambiciosa hacia el objetivo del 100% de Fibonacci en los 5,13 euros.
Análisis realizado por los analistas de XTB
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