Pese a las presiones que está sufriendo el presidente de la Fed, Jerome Powell, es altamente probable que el organismo mantenga sin cambios la tasa de interés el próximo miércoles, cuando tenga lugar la reunión de política monetaria del FOMC.
Los ataques contra Powell, a quien le exigen bajar la tasa de interés sin considerar que la inflación está un punto porcentual por encima del objetivo de la Fed, se han intensificado la semana pasada. Dio cierta tristeza ver a Powell, la máxima autoridad del primer banco central del mundo, y hombre que, más allá de las consideraciones profesionales que se puedan verter sobre él, ha mantenido una conducta durante sus dos mandatos, objetado en su propia cara, con gesto de indefensión, como si fuera un empleado recién ingresado, por el presidente Trump, que lo acusa que haber incurrido en un fraude en una gran remodelación que lleva adelante la Fed en sus edificios.
Viendo esa escena, quedan pocas dudas de que Powell puede ser eyectado de su cargo en pocos días, y su discurso del próximo miércoles será clave en este sentido. Los funcionarios que acompañan a Trump dan opiniones vagas sobre este tema, como si fuera discutible la permanencia de quien emite los dólares durante todo su cargo. Pretender reemplazarlo por un funcionario afín a Trump solo generará la pérdida total de independencia de la Fed, además de una desconfianza determinante en el dólar.
Esta situación, esperable desde la asunción de Trump, provocó la caída del billete a los niveles actuales, en un movimiento que se hizo más evidente desde abril, cuando el propio presidente lanzó el “Día de la Liberación”, eufemismo que utilizó para fijar aranceles a todos los países del mundo en sus exportaciones hacia Estados Unidos, en una medida unilateral, justificada en varios casos, y arbitraria en otros.
No debe confundirse esta situación con un capricho de Trump. Si algo deseaba el presidente es un Dólar barato, que favorezca sus exportaciones, y lo ha logrado. Una victoria que puede resultar pírrica si sigue avanzando contra Powell, pero victoria al fin.
En este contexto, el impacto de la reunión de la Fed no será significativo para el Dólar. No lo ha sido hasta ahora, con una tasa del 4.5% frente al 2.15% del Banco Central Europeo, o al 2.75% del Banco de Canadá, o al 0% del Banco Nacional de Suiza. No lo será esta vez, salvo que la presión sobre Powell y el Comité sea insostenible y deje las puertas abiertas para un recorte en septiembre. No sería sensato que ello ocurra, con la inflación creciendo nuevamente, impulsada nada menos que por los aranceles de Trump.
El Euro mantiene un alto perfil, con una pausa que se tomó el viernes, formando una figura de cambio de tendencia de corto plazo, un hombro cabeza hombro que podría redundar, si cumple su objetivo, en una baja a 1.1630 en las próximas sesiones, anteriores a la Fed. La superación de 1.1760 dejará sin efecto la figura, y comenzará a buscar nuevamente 1.1800.
La Libra esterlina cayó el viernes, y abrirá la semana con un sesgo bajista marcado, y el quiebre de 1.3365, mínimo del mes, podría generar una baja mucho más significativa, con objetivo en 1.3250.
El Yen también se ha debilitado en las últimas sesiones, después del proceso electoral de Japón de la semana pasada, cuando dejó un gap en 148.80. Parece cuestión de tiempo verlo llegar a tal nivel, algo que puede ocurrir entre el lunes o martes. De lo contrario, difícilmente ocurra después del jueves, cuando el Banco de Japón deje sin cambios la tasa de interés en el 0.5%, un anticipo de caída del Yen.
La onza de Oro se perfila a la baja para el lunes, después de quebrar una línea alcista y de guiarse en una línea bajista, ambas apreciables en el gráfico de 4 horas. El quiebre de 3320 dólares podría llevar al metal a la zona de 3280 dólares, objetivo que vemos de mínima para la semana.
Mientras todo esto ocurre, la bolsa de Nueva York sigue festejando, tocando máximos históricos en sus principales índices. Oficialmente, los acuerdos por los aranceles es el principal motivo de esta euforia. Extraoficialmente, la presión sobre Powell anticipa autoridades laxas para el futuro, liquidez extrema, tasa baja: nada mejor para las acciones.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrian Aquaro
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