Telefónica (TEF:MC) ultima un plan estratégico que podría redefinir la política de remuneración al accionista en favor de un mayor control financiero y liquidez para nuevas adquisiciones.
La compañía presidida por Marc Murtra evalúa seriamente suspender o reducir temporalmente el dividendo, una medida que liberaría hasta 1.700 millones de euros anuales, según estimaciones de UBS. En estos momentos, las acciones de Telefónica se posicionan en la parte bajista del Ibex, con una caída de más del 2%.
El nuevo plan estratégico de Telefónica
El movimiento, que se encuentra en fase de análisis y no está confirmado oficialmente, llegaría en un momento en que Telefónica busca crecer en Europa mediante compras y fusiones. Para ello necesita caja adicional, más allá de las ventas de activos en Latinoamérica y de la posible ampliación de capital que se plantea. Además, tras los últimos resultados trimestrales, en el segmento geográfico de Latinoamérica la compañía ha sufrido especialmente debido a los tipos de cambio, lo que ha expuesto las cuentas del grupo.
Varios bancos de inversión han instado a la dirección de Telefónica a priorizar la reducción del apalancamiento frente al reparto de dividendos. Según cálculos de UBS, un recorte en la remuneración al accionista permitiría mejorar el ratio de deuda en 0,18 veces al año. Sin embargo, este movimiento no sería fácil de implementar, dado el compromiso reiterado de la compañía de mantener el dividendo en 0,30 euros por acción.
Una eventual reducción podría tener un efecto negativo en la cotización, al deteriorar la relación con los inversores y erosionar la confianza de accionistas de referencia como BBVA. No en vano, el dividendo ha sido uno de los principales pilares de la narrativa de estabilidad defendida por la teleco en los últimos años.
Pese a ello, una revisión de la política de retribución se interpretaría como un gesto de que Telefónica apuesta por reforzar la solvencia y el crecimiento a largo plazo frente a la rentabilidad inmediata. Aunque esta decisión generaría tensión a corto plazo en el mercado, en el medio plazo contribuiría a fortalecer el perfil financiero de la compañía y su capacidad para llevar a cabo futuras operaciones en Europa.
Habrá que esperar al próximo 4 de noviembre para conocer la nueva hoja de ruta de Telefónica, en la que se detallará un plan estratégico centrado en reforzar su presencia en Europa. Entre las alternativas que se barajan figuran desinversiones, una posible ampliación de capital y operaciones corporativas en España. No obstante, la reducción del dividendo se posiciona como la opción más viable para liberar recursos.
De confirmarse, supondría un cambio estructural en la política de retribución y alinearía a la compañía con una estrategia más agresiva de consolidación en un sector marcado por la fuerte competencia. En cualquier caso, el desenlace dependerá de la capacidad de Murtra y su equipo para convencer a los inversores de que el sacrificio del dividendo tendrá un retorno claro en forma de creación de valor a medio plazo.
Las acciones de Telefónica avanzan un 10,9% en el acumulado del año, a pesar del retroceso del 2,5% firmado en la sesión de hoy.
Análisis realizado por los analistas de XTB
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