Las acciones estadounidenses cerraron la jornada del viernes al alza tras la publicación de los últimos datos de inflación PCE, pero los tres principales índices registraron pérdidas en el conjunto de la semana.
El SP500 y el Nasdaq Composite de tecnológicas rompieron una racha de tres semanas de ganancias semanales y cayeron un 0,3% y un 0,7%, respectivamente. El índice Dow Jones de Industriales, compuesto por 30 valores, bajó un 0,2%, mientras que el índice Russell 2000, compuesto por valores de pequeña capitalización, perdió un 0,6%.
Esta semana podría ser más volátil, ya que los inversores evalúan las perspectivas de la economía, la inflación, los tipos de interés y los resultados empresariales en medio de las actuales tensiones comerciales.
Lo más importante en el calendario económico será el informe de empleo de Estados Unidos de septiembre, que se prevé que muestre que la economía ha creado 39.000 puestos de trabajo. La tasa de desempleo se mantendrá en el 4,3%. Además del informe de empleo, también se seguirán de cerca los PMI de los sectores manufacturero y de servicios del ISM.
A ello se sumará una nutrida lista de comparecencias de la Reserva Federal, entre las que se encuentran las de los gobernadores de distrito Chris Waller, Raphael Bostic, John Williams y Alberto Musalem. Los mercados siguen apostando por dos recortes de tipos de un cuarto de punto en las próximas reuniones de la Fed, que es lo que ha previsto el banco central.
Y aunque la temporada de presentación de resultados está prácticamente concluida, algunas empresas importantes presentarán sus resultados la semana que viene, como Nike, Carnival, Conagra Brands, Cal-Maine Foods y Lamb Weston.
Independientemente del rumbo que tome el mercado, a continuación destaco un valor que probablemente esté en alza y otro que podría sufrir nuevas caídas. Recuerde, sin embargo, que mi marco temporal abarca sólo esta semana, del lunes 29 de septiembre al viernes 3 de octubre.
Acción a comprar: Tesla
Tesla emerge como la oportunidad de compra más convincente esta semana, con múltiples catalizadores convergentes que podrían impulsar una considerable subida más allá de las actuales expectativas del mercado.
Tesla cerró la jornada del viernes en 440,40 dólares, muy por encima de sus medias móviles de 50 días (351,96 dólares) y 200 días (334,47 dólares). Los puntos de giro muestran una resistencia a corto plazo en 442,36 dólares, con un soporte entre 436,17 y 433,90 dólares.
Fuente: Investing.com
El principal catalizador es el próximo informe de entregas y producción de vehículos eléctricos del tercer trimestre, previsto para el jueves por la mañana, que podría superar con creces el listón relativamente bajo fijado por Wall Street. El consenso de los analistas de FactSet prevé unas entregas mundiales en el 3T de aproximadamente 448.000 vehículos, un 17% más que en el 2T, pero un 3% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, el mercado de predicción Kalshi es mucho más optimista y prevé un récord de 505.000 unidades. Esta perspectiva alcista se debe a que los consumidores probablemente se apresuren a capitalizar el crédito fiscal de 7.500 dólares para vehículos eléctricos, que expira el 30 de septiembre. Tesla produce el Model 3, el Model Y, el Model X y el Model S, así como el Semi y el Cybertruck.
Más allá de las cifras de entregas, lo que también podría impulsar las acciones de Tesla son los actuales avances en sus ambiciones de conducción autónoma. El director ejecutivo, Elon Musk, ha anunciado que la versión 14 del sistema de conducción autónoma (FSD) se lanzará esta semana. Musk también ha insinuado que los robotaxis de Tesla podrían funcionar sin monitores de seguridad ni conductores a finales de año.
Acción a vender: Nike
Las acciones de Nike, por otro lado, son una buena opción de venta esta semana, ya que se enfrenta a varios obstáculos de cara a su último informe de resultados. El titán de la ropa deportiva tiene previsto presentar sus resultados del primer trimestre fiscal después de la campana de cierre el martes a las 22:15 horas (CET) y las perspectivas son aciagas.
A pesar de su fuerte reconocimiento de marca, el gigante de las zapatillas deportivas se ha enfrentado a crecientes desafíos en los últimos trimestres, luchando contra las cambiantes preferencias de los consumidores, el aumento de la competencia y los desafíos de la cadena de suministro.
La opinión de los analistas es abrumadoramente bajista, con 11 revisiones a la baja en las semanas anteriores al informe, frente a cuatro ajustes al alza. Con una volatilidad implícita que apunta a un movimiento de las acciones de +/-6,6% tras los resultados, la empresa se expone a un gran riesgo de no cumplir las expectativas.
Todo apunta a que Nike registrará una asombrosa caída interanual del 61% del beneficio ajustado por acción, hasta los 0,27 dólares. Se prevé que los ingresos caigan aproximadamente un 5% con respecto al año anterior, hasta unos 11.000 millones de dólares, lo que refleja la ralentización del crecimiento en Norteamérica y China, dos de los mayores mercados de Nike.
De cumplirse esta previsión, sería el sexto trimestre consecutivo de descenso de los ingresos del gigante de Beaverton, impulsado por la intensa competencia de marcas de calzado en alza como Hoka (propiedad de Deckers Outdoor y {{1177111|On Holding. A los retos de Nike se suman los obstáculos macroeconómicos, como el aumento de los aranceles, que podrían presionar aún más los márgenes.
En este contexto, la presión vendedora ha ido en aumento a medida que Wall Street espera pruebas concretas de un cambio de rumbo exitoso bajo su nuevo director ejecutivo, Elliott Hill. Con la rentabilidad cayendo en picado y cero crecimiento en el horizonte, es más probable que el informe de resultados de Nike confirme la debilidad actual que señale una recuperación.
Fuente: Investing.com
Las acciones de Nike cerraron el viernes en 69,31 dólares, casi exactamente sobre su media móvil de 200 días y por debajo de la de 50 días, lo que refleja la incertidumbre del mercado. El análisis técnico aconseja una «fuerte venta» en los marcos temporales diario y semanal, lo que refleja una pérdida de impulso.
Descargo de responsabilidad: En el momento de redactar estas líneas, estoy posicionado en largo en el S&P 500 y el {{0|Nasdaq 100}, a través del SPDR S&P 500 ETF (SPY) y el Invesco QQQ Trust ETF (QQQ). También estoy posicionado en largo en el ETF Invesco Top QQQ (QBIG) y el ETF Invesco S&P 500 Equal Weight (RSP).
Reequilibro periódicamente mi cartera de valores individuales y ETF basándome en una evaluación continua del riesgo, tanto del entorno macroeconómico como de las finanzas de las empresas.
Los puntos de vista expuestos en este artículo son exclusivamente la opinión del autor y no deben tomarse como asesoramiento de inversión.
Jesse Cohen/Investing.com
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