Las acciones de Cellnex (CELL:MC) caen algo menos de un 1% en lo que va de sesión, acusadas por la última desinversión de la compañía. La empresa española de telecomunicaciones ha confirmado la venta de Towerlink France, su división de centros de datos, por 391 millones de euros, confirmando una nueva desinversión relevante en línea con su giro estratégico hacia las infraestructuras de telecomunicaciones móviles.
Este movimiento, aunque mejora la liquidez de Cellnex y refuerza su enfoque en su negocio principal, tiene varias implicaciones negativas que conviene analizar en detalle y que están impactando en su cotización.
Cellnex se desprende de una nueva división
En concreto, Cellnex ha vendido el 99,99% del capital de Towerlink Francghe a Vauban Infra Fibre (VIF), un grupo respaldado por entidades como Crédit Agricole Assurances y la filial europea de GIC (Raffles). La transacción se realiza totalmente en efectivo y queda sujeta a las habituales consultas con el comité de empresa francés y a la obtención de permisos regulatorios. El objetivo declarado es simplificar el portfolio de Cellnex, centrándose en torres y antenas de telecomunicaciones, su área principal de negocio.
La decisión de Cellnex de abandonar el segmento de centros de datos en Francia con la venta de Towerlink representa una pérdida significativa de diversificación, ya que reduce su exposición a un mercado en crecimiento y limita la protección frente a la volatilidad inherente a su negocio principal de torres. Esta desinversión también implica un menor acceso a sinergias digitales, en un contexto donde la integración de infraestructuras de datos y telecomunicaciones es clave para la evolución del sector: al desprenderse de activos estratégicos, la compañía podría perder oportunidades de convergencia tecnológica y de generación de valor añadido en redes 5G y servicios digitales avanzados.
Además, se prevé un impacto negativo en la facturación futura, dado que se eliminarán ingresos recurrentes provenientes de los servicios de centros de datos en Francia, lo que dificultará compensar eventuales descensos o estancamientos en su actividad principal.
Aunque Cellnex justifica la operación como parte de su disciplina de capital y búsqueda de rentabilidad, el patrón de desinversiones —incluyendo la venta previa de sus filiales en Austria e Irlanda— puede interpretarse como una señal de presión financiera y una menor capacidad para financiar crecimiento orgánico o futuras adquisiciones. Esta estrategia también debilita su imagen como empresa pan-europea multiservicio, ya que, pese a reforzar su enfoque en infraestructuras móviles, la salida del negocio de centros de datos reduce su percepción como proveedor integral de conectividad, limitando su atractivo para clientes tecnológicos globales y multinacionales.
Finalmente, la transición conlleva riesgos laborales y regulatorios, generando incertidumbre para el personal y posibles obstáculos en la aprobación por parte de las autoridades francesas y europeas, mientras que el nuevo propietario, VIF, podría tener una visión distinta sobre la gestión operativa y los objetivos de crecimiento, lo que podría provocar inestabilidad en el corto plazo.
Cotización de las acciones
Con la bajada de hoy, las acciones de Cellnex acumulan una caída del 13% en lo que va de año, a pesar del contexto alcista del Ibex35. Las desinversiones buscan mantener el rating de inversión y asegurar la política de dividendos, pero contrastan con el pasado reciente de fuerte expansión y adquisiciones, por lo que el mercado está castigando las acciones de Cellnex.
Análisis realizado por los analistas de XTB

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