Iberdrola (IBE:MC) presentó unos sólidos resultados financieros y continúa con su ambicioso plan de inversiones, que podría permitir mejorar considerablemente la remuneración al accionista en el futuro.
Iberdrola consiguió incrementar sus ingresos en el tercer trimestre del año en un 6,1% interanual y aunque se quedó por debajo de las expectativas del consenso de analistas, las cifras mostraron una buena evolución. La compañía está incrementando de manera importante su base de activos en Reino Unido y Estados Unidos.
En concreto, la base de activos creció un 43% en moneda local en el país británico con respecto a septiembre del año pasado, mientras que en Estados Unidos lo hizo en algo más de un 1%. Este es el principal motivo por el que el EBITDA de redes creció un 26%.
Iberdrola está concentrando sus inversiones en Reino Unido y Estados Unidos, ya que el 60% del total se invierten en dichos países. Esto aumentará la diversificación geográfica de la compañía, ya que todavía representan el 22% y 21% respectivamente en el EBITDA, frente al 35% de España.
Además, la empresa también avanza en las inversiones en eólica y fotovoltaica, lo que incrementará también la diversificación en la generación de energía, haciendo a la empresa más resiliente ante posibles inclemencias del tiempo. Aunque en el corto plazo el foco no debería estar en la remuneración al accionista, cuando las inversiones actuales se consoliden (ya lo están haciendo en Reino Unido), el inversor puede esperar un retorno atractivo vía dividendos y recompras.
Podemos estimar que Iberdrola consigue en 2026 unos 1,05 euros de beneficio por acción. Si a esta cifra le aplicamos un múltiplo de 18 veces, nos daría un precio objetivo de 18,9 euros por acción, lo que implica un potencial del 7,4% desde precios actuales.
Iberdrola por técnico
Las acciones de Iberdrola han salido recientemente con fuerza de un canal lateral relevante. La resistencia de 16,73 euros está superada y el cruce de medias móviles nos indican una tendencia alcista potente.
Además, su ADX ha cogido inercia y a pesar de que los resultados no convencieron al mercado, el valor sigue mostrando resiliencia. La única amenaza en el corto plazo es un RSI que indica sobrecompra de manera holgada, por lo que es probable que haya una breve corrección para después continuar con una recién comenzada tendencia alcista.
Análisis realizado por los analistas de XTB

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