Repsol (REP:MC) ha dado un paso estratégico al preparar la creación de la sociedad Repsol Exploración North Africa SA para pujar por la gran licitación de 22 áreas de exploración y explotación petrolífera ofertadas por la Corporación Nacional Libia de Petróleo (NOC). Esta decisión se produce poco después de que la compañía reanudará en diciembre de 2024 sus actividades exploratorias en el país, tras una década de suspensión a causa del conflicto interno, y se enmarca en una estrategia para consolidar a Libia como «país prioritario», por encima incluso de Argelia y Marruecos en su cartera africana.
Actualmente, Repsol cuenta con derechos de exploración y producción en la cuenca de Murzuq, donde participa en importantes consorcios en el campo El Sharara y se plantea invertir para aumentar su producción —que ya supera los 300.000 barriles diarios— con el objetivo de alcanzar los 350.000 barriles a corto plazo.
El contexto geopolítico libio sigue siendo complejo, aunque la situación de las operaciones de Repsol se ha mantenido estable, sin interrupciones de producción durante el primer semestre de 2025 debido a la protección de las instalaciones por parte del Ejército Nacional Libio y a pesar de enfrentamientos puntuales entre milicias en otras zonas del país.
Libia aspira a aumentar su producción nacional a dos millones de barriles diarios en 2025 y busca atraer inversiones y conocimiento técnico de las grandes petroleras internacionales, en un entorno en el que competirán gigantes como Aramco, Chevron, Shell o Sinopec por la adjudicación de nuevas áreas.
Impacto estratégico
Desde XTB pensamos que la apuesta de Repsol por incrementar su exposición en Libia puede suponer una importante palanca de crecimiento para su negocio de upstream, especialmente en un contexto global en el que aumentar los recursos y reservas propias protege a la petrolera frente a una volatilidad creciente en los precios internacionales del crudo, agravada por la inestabilidad geopolítica de Oriente Medio y por el giro de muchas petroleras europeas hacia el «mix» de transición energética.
La consolidación de su posición en Libia, tras décadas de presencia y know-how local, refuerza los argumentos de Repsol ante inversores y socios estratégicos, posicionándose como un actor relevante para la seguridad energética europea —dado el potencial de exportación de crudo libio a la UE— en un periodo de gran tensión geopolítica.
Sin embargo, esta estrategia también implica riesgos considerables para Repsol. En primer lugar, la situación de inestabilidad política y de seguridad en Libia sigue siendo un factor de incertidumbre crónica, que ya ha provocado en el pasado bloqueos y cierres de instalaciones —como ocurrió en el campo de El Sharara—, lo que podría derivar en interrupciones imprevistas de la producción y afectar negativamente tanto a los resultados financieros como a la percepción de riesgo por parte de los accionistas.
Además, la fuerte competencia de multinacionales con mayores recursos y la volatilidad regulatoria local obligan a una gestión extremadamente prudente tanto en la fase de exploración como en la de eventual desarrollo y explotación de nuevos campos.
Cotización de Repsol

El mercado descuenta los riesgos del nuevo movimiento de Repsol, y castiga a la petroquímica con un descenso del 5% en su capitalización. A pesar de la caída de hoy, la acción de Repsol sube un 32% durante el 2025.
Análisis realizado por los analistas de XTB
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.