BBVA (BBV:MC) ha anunciado hoy un programa extraordinario de recompra de acciones propias por un máximo de 3.960 millones de euros, el mayor de su historia, que comenzará el próximo lunes 22 de diciembre tras obtener todas las autorizaciones regulatorias.
Esta operación se enmarca en un plan más amplio de distribución de capital por el que BBVA pue prevé devolver hasta 36.000 millones de euros a los accionistas entre 2025 y 2028 mediante dividendos y recompras. La ejecución será en varios meses y estructurada por tramos. El primer tramo es de 1.500 millones de euros, empezando el próximo lunes.
¿Cómo impactará la recompra de acciones de BBVA en capital del banco y los accionistas?
El programa de recompra de acciones de BBVA tendrá un impacto tanto sobre el capital de la entidad bancaria como sobre los propios accionistas:
- Efecto en solvencia: la deducción de 100 puntos básicos de CET1 se considera asumible, manteniendo una posición de capital calificada como muy sólida y por encima del rango objetivo de la entidad.
- Amortización de acciones: todos los títulos adquiridos se destinarán a reducir el capital social mediante su posterior cancelación, de forma que cada acción restante re
- presente una participación mayor en el banco.
- Efecto para el inversor: la combinación de un dividendo elevado y recompras masivas consolida una política de retorno intensivo, alineada con la tendencia del sector bancario europeo a utilizar el exceso de capital para maximizar el valor por acción.
Cabe recordar que desde 2021, incluyendo esta nueva operación, BBVA ha destinado ya más de 10.000 millones de euros a recompras, reduciendo de forma notable el número de títulos en circulación. A pesar de ser la mayor operación de estas características de la historia del banco, la recompra anunciada de 3.960 millones se sitúa algo por debajo de las expectativas “más ambiciosas” del mercado (tramo alto 5.000‑6.000 millones), pero dentro del rango que el consenso manejaba como razonable para no tensionar demasiado el capital en el corto plazo.
BBVA confirma que el exceso de capital que ya no irá a Sabadell se va a devolver de forma acelerada, pero sin apurar al máximo el CET1, lo que se puede interpretar como un enfoque prudente y sostenible más que como una señal de debilidad.
¿La cifra ha quedado corta o en línea?
La recompra de acciones de BBVA, por un importe de hasta 4.000 millones de euros, es relevante en términos absolutos —de hecho, es la mayor de su historia—, pero resulta conservadora cuando se analiza en relación con el tamaño del banco y con su posición de capital.
A precios de mercado cercanos a 19,6 euros por acción, BBVA tiene una capitalización bursátil aproximada de unos 115.000 millones de euros, por lo que el programa de recompra equivale a alrededor del 3,5% de su valor en bolsa. Este porcentaje está lejos de lo que el mercado suele considerar una devolución de capital agresiva y explica en buena medida la sensación de decepción entre algunos inversores, que esperaban un importe más cercano a los 6.000 millones de euros.
La clave no está tanto en la cifra anunciada como en el contexto de capital del banco. La recompra consumirá unos 100 puntos básicos de capital CET1, pero incluso después de ejecutarla BBVA seguirá con una ratio de solvencia en torno al 12,4%, por encima del rango objetivo que la propia entidad se ha fijado entre el 11,5% y el 12%. Es decir, tras devolver 4.000 millones a los accionistas, el banco seguirá teniendo exceso de capital sobre su objetivo.
Además, el propio BBVA ha reconocido en su plan estratégico que prevé repartir hasta 36.000 millones de euros entre sus accionistas hasta 2028. De esa cifra, unos 24.000 millones corresponden a retribución ordinaria, mientras que los 12.000 millones restantes proceden explícitamente del exceso de capital por encima del 12%.
Desde este punto de vista, el mercado interpreta que la recompra anunciada solo devuelve una parte de ese excedente y deja pendiente una cantidad significativa para el futuro, lo que alimenta la percepción de que la entidad podría haber sido más ambiciosa desde el primer momento.
En este contexto, la lectura más probable es que BBVA ha optado por una estrategia prudente y gradual. La recompra no es pequeña ni excepcional desde un punto de vista histórico —el banco ha ejecutado ya seis programas desde 2021 por más de 10.000 millones de euros—, pero sí es moderada en relación con su capacidad de generación de capital. Todo apunta a que, si no surgen operaciones corporativas relevantes y si el entorno regulatorio lo permite, el excedente que queda tras este programa acabará canalizándose en nuevas recompras o en otras fórmulas de devolución al accionista en los próximos ejercicios.
Mensaje que lanza BBVA
Compromiso claro con el retorno al accionista: el banco reitera que el capital “sobrante” respecto al 12% CET1 no se guardará en el cajón, sino que se devolverá vía dividendos récord y recompras significativas, en línea con el plan de repartir 36.000 millones hasta 2028.
El anuncio de un programa de casi 4.000 millones refuerza la idea de un banco con alta generación orgánica de capital y prioridad clara por retornarlo a sus accionistas en ausencia de grandes operaciones corporativas alternativas.
Desde un punto de vista financiero, el programa es positivo para los accionistas porque reduce las acciones de BBVA en circulación y aumenta el beneficio por acción y el valor por acción del patrimonio tangible, algo que BBVA ya ha demostrado en recompras previas. Además, mantiene la flexibilidad para repetir recompras relevantes en el futuro sin comprometer rating, algo clave en banca.
Opinión de XTB sobre la recompra de acciones de BBVA
La cifra algo por debajo de las expectativas más agresivas no debería interpretarse como falta de confianza, sino como una preferencia explícita por un camino de creación de valor sostenido. Lo relevante para la cotización será que el mercado vea que la generación de beneficios y capital sigue en línea con lo previsto.
Con ese prisma, el anuncio de BBVA es claramente positivo, aunque menos espectacular de lo que algunos informes habían vendido: buen movimiento para un inversor paciente orientado a FCF y retorno total, y algo menos excitante para el mercado que buscaba el máximo titular de tamaño.
A pesar del anuncio, las acciones de BBVA cotizan hoy prácticamente planas, con una leve subida del 0,08%. En el acumulado del año, no obstante, las acciones de BBVA se disparan un 110%.
Análisis realizado por los analistas de XTB


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